jueves, 23 de abril de 2009

Conociendo a la fauna colectivesca

Hola amigos!!!!! Ya casi termina abril y yo estoy pidiendo a gritos un masajista, un kinesiólogo, una internación en un spa y un acupunturista! Y todo por que el mundo se complota contra mí cada vez que paro un colectivo y me subo en él!

Uds. dirán que hay cosas peores que viajar en un bondi en hora pico hacia el centro o de regreso a casa, es cierto, que te pisen los callos un día de humedad es tremendo, que te pregunten insistentemente que te pasa el segundo día de menstruación o bien que la depiladora diga respirá hondo que no duele, definitivamente hay cosas mucho más trágicas, pero ... a que no ocurren tan seguido como los viajes en colectivo? A que sienten el vaho que se levanta de los cuerpos arrumbados dentro de un colectivo más veces en una semana que el tirón de la cera caliente en salvas sean las partes? Vamos, piensen!


Y para que me acompañen en mi reflexión y subiéndome a la poco original moda del TOP FIVE les traigo en esta ocasión, como oportunidad imperdible por saldo de exportación y/o excedente de aduana, para el bolsillo del caballero o la cartera de la dama y GRATIS, el ranking 5 de los insportables del bondi!!!!

Puesto Nº 5 - El dormitador antiverticalista: sujeto que cae rendido en los brazos de Morfeo ni bien deposita su traste en el asiento de dos y comienza a cabecear ... encima tuyo!, como si quisiera buscar un lugarcito para dormir en tu regazo, le cuesta mantener la verticalidad de su posición y la violencia de los cabezasos que da te hace fantasear con ver su cabeza rodando por el pasillo del colectivo.

Puesto Nº 4 - La viejita pispireta/agonizante: la señora de edad avanzada que subida a un respetable par de tacos ha salido a tomar el té con sus amigas y se monta en el colectivo a esto de las 19 hs., cuando todos queremos llegar a casa, antes de poner un pie en el estribo del transporte público, venía haciendo cabriolas y hasta corrió una carrerita para alcanzarlo pero ... MAGICAMENTE, sube al colectivo y sufre una seguidilla de achaques que se reflejan en su mirada de vacuno rumbo al Mercado de Liniers.

Puesto Nº 3 - Los padres acompañados de niños de más de 5 años: veamos, hay un asiento que indica que está reservado para mujeres con niños pequeños. De que hablamos cuando decimos NIÑOS PEQUEÑOS? Quizás de un niño de 7 años cansado de revolcarse en el pelotero? De una niña de 8 años que se agarra del pasamamos del asiento donde estás sentada como si estuviera parada en el medio de un tifón y parezca que va a caerse en cualquier momento, aunque el colectivo está detenido? Nooooooooooooooooo! Padres, la reserva de asiento caduca cuando el niño puede hacer equilibrio en un pelotero sin perder los dientes!

Puesto Nº 2 - El querendón estampilla: sujeto/a que al no encontrar asiento disponible busca una víctima al lado de quien pararse, pero no respetando una distancia prudencial sino poniendo en contacto su anatomía con el lateral libre de tu cuerpo de forma tal de poder percibir la silueta del individuo en cuestión con demasiados detalles a los que una preferiría no tener acceso. Te aclaro amigo querendón, por más que refriegues tu anatomía en mi brazo no me voy a levantar, a lo sumo serás beneficiado con un codazo en la ingle dado al pasar.

... y como no podía ser de otra forma el PUESTO NÚMERO UNO que hemos reservado para un animal de la salvaje jungla, nuestro servicial COLECTIVERO, el que te grita corriéndose al centro que hay más lugar!!!!, de cuánto queré el boleto? Tocá el timbre una sola vez que no es música ambiental! o el típico ¿bajás acá? al que uno debe refrenar las ganas de contestarle: No, me paré cerca de la puerta y toqué el timbre porque me dijeron que la luz me favorece y me parezco a Valeria Mazza ...



Sujeto que es capaz de llevarte arrastrando por una cuadra y que ante la protesta te dice impávido, si venís corriendo no te puedo ver por el espejito, aunque de los ruedos de tu pantalón vengan colgadas 4 personas más que estaban detrás tuyo en la cola ...

Los ejemplos abundan y si les interesa puedo hacer una segunda entrega de este TOP FIVE del transporte público ... si me lo piden ... con comentarios ...

miércoles, 1 de abril de 2009

Adiós Raúl!


Cuando volvía a casa luego de haber pasado una noche de cumple con amigos supe sobre la triste noticia, Raúl Alfonsín se había ido, un hombre que marcó el camino de regreso a la continuidad democrática que hoy, 26 años después mantenemos a pesar de los sobresaltos y las crisis.

Mi familia no tiene una tradición política definida, quizás mi viejo que había sufrido las restricciones a la libertad de trabajar durante el gobierno de Perón (si no tenías carnet del Partido, olvidate de trabajar) sabía que era lo que no quería, pero nunca nos bajó línea políticamente. Quien en cambio me inició en el conocimiento de la historia radical fue mi tío Rubén, radical a ultranza, orgulloso de sus ideales, convencido, lector voraz, quizás allá sido por él que abracé el amor que siento por los libros y la curiosidad por la historia y los hombres que la hicieron.

Nací a principios de la década del ’70 y transcurrí mi infancia en la más absoluta ignorancia sobre lo que aconteció en nuestro país, pero quiso el destino que los preparativos para el retorno a la tan ansiada democracia me encontraran en una escuela pública de un barrio tradicionalmente peronista como es Villa Lugano. Aún así la imagen de Alfonsín se hizo sentir, fuerte. Recuerdo acompañar a mi hermana al comité radical de Lugano I y II, tener entre mis manos sobres con boletas, calzarme con orgullo infantil la boina blanca y cantar hasta sentir que los pulmones se me salían del pecho la Marcha Radical, intentando tapar a mis compañeros que entonaban la Marcha Peronista.

Yo no entendía nada de política en ese tiempo (todavía no estoy segura de entenderla plenamente hoy) pero algo me decía que la oposición y los palos en la rueda que sufrió el gobierno de Alfonsín, sumado a planes económicos que no acertaban, al aislamiento internacional que sufría nuestro país, la deuda externa y el sindicalismo que organizó 14 feroces paros nacionales, ayudaron a hacerle perder el rumbo. Los paros eran verdaderamente nacionales, no había medios de transporte y quien intentaba ir a trabajar se arriesgaba a piedras o incendios.

Ya entrada en la adolescencia pude saber aquello sobre lo que se callaba, que los argentinos no éramos todos derechos y humanos como rezaban los calcos repartidos por el gobierno, que casi toda una generación sufrió las consecuencias de luchar por sus ideales, por militar en sindicatos o partidos, por levantar la voz, por luchar. Fueron desaparecidos, asesinados, exiliados, sus bienes robados, sus hijos entregados a familias apropiadoras y sus vidas borradas del mapa (lo intentaron, no lo lograron). Por eso cuando escuché el “Nunca Más” que marcó el comienzo de una nueva etapa supe que se estaba dando comienzo a algo importante. Por eso también me enorgullecí del juicio a las juntas, juicio ejemplo en el país y en el mundo.

Quizás por todas estas cosas cuando comencé mi carrera universitaria comencé mi militancia en Franja Morada. Lamentablemente ellos cambiaron, el poder y la ambición pudo más, se fueron distanciando cada vez más de los postulados y yo de ellos. Hoy me encuentro fortuitamente con algunos de sus dirigentes y me sigo preguntando ¿cuándo comenzaron a creerse una raza superior? ¿cuándo el trabajador se convirtió en mala palabra? ¿Cómo pudieron? ¿Cuándo decidieron hacerlo? ¿Cómo pueden seguir adelante?

Mientras escribo esto estoy tomando un café en la Av. Callao, a pocas cuadras del Congreso Nacional donde se están velando los restos del. Dr. Raúl Alfonsín, veo calles llenas de gente que hace largas filas para darle el último adiós, algunos llevan flores, banderas argentinas, banderas partidarias, otros (pobrecitos) se dicen los herederos de Alfonsín sin saber que grande les queda el título, muchas personas tienen lágrimas en los ojos, como yo.

Se fue un Señor Político, un hombre que hasta sus últimos días pudo caminar por las calles de su barrio porteño sin custodia y sin temor a ser atacado por la gente, ojalá su partida no sea el punto final a una estirpe de políticos respetados por la gente. Página/12 titula “Alfonsín ya es historia” y ese título me cae antipático, no es historia, hizo historia, se metió de lleno en nuestra historia, se puso en un lugar donde muchos no podrían durar, marcó un hito, abrió un camino.

Esta debe ser la nota 3.456.784 que se escriba sobre este tema, no importa, ésta es mi forma de decirle Dr. Alfonsín, adiós!