lunes, 18 de mayo de 2009

Lecciones para colectiveros (porque nunca es demasiado tarde)


Como usual pasajera (agregaría sufrida pero nada sumaría porque eso de sufrir lo comparto con los millones que viajan día a día en el transporte público) es que escribo estas modestas lecciones que intentarán concienciar a los choferes de colectivos de nuestro bendito país.

La primera de las lecciones se llama “Los pasajeros son casi tan humanos como Ud.” y dice más o menos así:

Estimado chofer, noble servidor de los medios públicos de transporte, que día a día nos lleva a nuestras obligaciones o nos acerca o al menos nos tira en algún lugar de la ciudad a que nos arreglemos en la jungla de cemento, con esta primera entrega intentaré demostrarle a Ud. que los pasajeros son un elemento necesario para que pueda llevar el sustento a su hogar mes tras mes.

Sin pasajeros no hay colectivos, sin colectivos obviamente, no hay colectiveros, ergo Ud. sería un desempleado más. Se que el suyo es un trabajo estresante, nadie puede negarlo, controlar que los pasajeros paguen sus boletos, manejar de forma tal de no estrellarse con cualquier auto que pulula por las calles y hacerlo todo dentro de un tiempo estipulado por la empresa. Vaya misión riesgosa!

Pero los pasajeros no tenemos la culpa ni del tránsito, ni de los horarios que le impone la empresa ni mucho menos de la pelea que pude haber tenido con la patrona la noche anterior, no señor! Nosotros sólo queremos llegar al trabajo o a nuestras casas de una pieza, a tiempo, con la ropa en condiciones, sin machucones … se entiende? Vayan entonces algunos humildes consejos de esta pasajera.

- Las frenadas y aceleradas continuas no son buenas para las cervicales: ni las suyas ni las nuestras, si ud. no está seguro cual es pedal adecuado, deténgase y pídale consejo a algún pasajero o a otro colectivero pero no pruebe combinaciones arriesgadas.

- Las personas mayores no se confabulan contra ud.: es simple, por ser mayores muchas veces pierden su agilidad y les es bastante complicado arrojarse en picada desde el estribo de su bólido al cordón, sobre todo si ud. estaciona a dos metros de distancia y más si ud. encima comienza a mover la unidad y el pobre viejo/a se encuentra con medio cuerpo colgando.

- El semáforo no indica la largada de una carrera de TC2000. El implemento tecnológico sólo le indica que con luz verde puede avanzar, con amarilla debe tener precaución y con roja DEBE DETENERSE. La luz amarilla no indica ni indicó jamás ACELERAR A FONDO y pasar a como de lugar!

- Los espejos retrovisores son elementos básicos y altamente necesarios: si ud. no los utiliza difícilmente podrá saber si algún pasajero no ha podido descender de la unidad, como tampoco podrá saber si alguien intenta sobrepasarlo. El espejo no es decorativo y tampoco tiene como finalidad reflejar la entrepierna de la morocha de minifalda del primer asiento. No.

- Las paradas: son esos sitios demarcados con unos postes que indican la línea que debe detenerse allí, no a media cuadra, no una cuadra después, sino JUSTAMENTE ALLI. De ser posible arrimando al cordón.

- El cordón: mito a ser derribado, los cordones no tienen dientes capaces de morder y desinflar sus ruedas, si ud. se acerca a ellos no perderá su hombría ni será sancionado por el sindicato o la empresa. Vamos amigos, ud. puede!

Y por último, LA BOCINA. Vaya tema! Recientes estudios psicológicos, biológicos, endocrinológicos y veterinarios indican que el uso de la bocina indiscriminado y abusivo se correlaciona con la necesidad de aparentar una masculinidad que no existe. O sea, ud. piensa que es más macho que los demás pero en realidad es gilastrun con problemas de identidad sexual …

… y ahora que sabe esto, va a seguir tocando bocina?

Más adelante abordaremos los siguientes temas de interés:

- Conociendo los pedales: FRENO, ACELERADOR, EMBRAGUE
- El celular, el enemigo del pueblo
- Los taxistas no son el enemigo … o quizás un poco