Se lo dedico a Valeria, Andrea e Inés
Viajar cada día en los transportes públicos puede ser una aventura que pone en riesgo la salud física y mental de los pasajeros. Colectivos y subtes llenos, trenes que no tienen las condiciones necesarias, frecuencias insuficientes, tránsito caótico, trabajadores disconformes que hacen medidas de fuerza, cada día más gente movilizándose hacia la zona céntrica, marchas y protestas, etc., hasta allí no descubrí la pólvora, basta con salir a la calle para darse cuenta, leer un diario, mirar la TV o escuchar la radio para que las quejas se reproduzcan como virus sin control.
Pero hoy no quiero hablarles de lo que sufrimos todos, todos los días ... o sí, porque hoy les voy a hablar de los compañeros de viaje. Sí, esos absolutos extraños que se acercan a uno de forma non sancta, con alientos cargados, sin respetar espacios personales, cargando mochilas en sus espaldas o peor aún, con un niño a su lado.
No se me malentienda, jamás le negaría el asiento a una embarazada o a un padre con un niño pequeño, pero sépanlo, mis queridos chichipíos, que si el párvulo está en edad de corretear alegremente por las praderas, ha dejado de ser una garantía de asiento libre! Basta de la dictadura de los padres que suben a sus brazos a niños en edad de planear su primer "asalto" (bailable, claro está!), un niño de 8 años no es alzable, no te da derechos a un asiento, no te hace estar más cansado que yo!
Entiéndanme, no soy madre pero eso no me hace menos sensible, pero mi límite está en la falta de ubicación y de respeto por el otro! Hoy un pequeño delincuente acompañado de su madre vegetal, depositó sus huesos en el asiento de al lado, en cómoda posición de Buda (cómoda para él,pero no para mis pantalones negros), cuando la miré a la madre en busca de su entendimiento obtuve un tibio "corré el piecito para el costado que estás molestando a la señora" ... DANGER, primer error cometido, la muy basura me llamó SEÑORA, cuando ella me llevaba algunas décadas de ventaja! Como el niño insistía en patearme y ella intentaba hacerlo desayunar en el bondi ... le sugirió sentarse en otro lado, se corrió, yo solté un bufido y ella le dijo al delincuente juvenil, "respira porque te corriste", me saqué los auriculares, la miré y le dije, "yo respiro siempre, en todo caso resoplé, debido a tu incapacidad en manejar a la bestia!" ... creo que no le cayó muy bien mi interacción.
El otro segmento etario del que voy a hablarles hoy es el de los mayores adultos, no hablo de los pobres viejitos que no pueden mantenerse en pie o usan bastones, no!, estoy hablando de los que por peinar canas en todo el cabello se sienten con derecho a desaparramarse en un asiento aunque minutos antes hayan andando caminando sobre tacos haciendo shopping.
Lo reconozco, levantarme temprano luego de una noche con problemas para dormirme, no me hace ser dócil, pero tampoco piensen que soy una perra gruñendo ... che, uds. me conocen, saben que no lo soy! que no cuernos!
Lo cierto es que estaba yo cómodamente sentada (jajaja) luego de esperar el bondi por 32 minutos (si, 32 y qué?) cuando se adhiere a mí una señora de unos sesenta y tanto, en perfecto estado físico, tacos, maquillaje, peinado y automáticamente me pone cara de vaca que ve pasar el tren ... vos podés imaginártelo, dale, un esfuerzo más, ojo si sale vapor o humo, llamá a los bomberos. En fin, yo, inconmovible, la miré, bajé la cabeza y cerré los ojos. Consecuencia la señora dejó caer su cartera, quiero creer que por accidente sobre mi hombro. Mirada asesina. Vaca que ahora está subida al camión de hacienda y sabe que va al matadero. Mirada fría de mi parte. Ojos cerrados nuevamente, PLAF! la señora me había pegado un tortazo en la cara, dice ella que fue porque se quedó su mano enganchada entre la gente, digo yo que de turra y que espero que los juanetes, callos plantares, vejiga peresoza, esófago en llamas, insomnio y colitis la ataquen a la vez, en la vía pública.
No crean que soy vengativa, DIJE QUE NO LO CREAN o van a saber lo que les pasa ...
Menos mal que pude bajarme en la parada correspondiente, luego de llevarme puestas a 4 personas que se habían ubicado en la puerta de descenso y no tenían intención de bajarse hasta dentro de 2 horas y media y acá estoy, habiendo cumplido con parte de mis obligaciones y escribiendo estas líneas a pedido de mis lectores que me reclaman el abandono.