jueves, 12 de marzo de 2009

Día de la mujer


El domingo se conmemoró (si, no se festejó porque no hay nada que festejar) el día de la mujer. Cada 8 de marzo desde hace casi 100 años (1910) y reconocido por la ONU en 1977 muchos entienden que la mejor manera de celebrar es llevando flores o chocolates a sus compañeras sin darse cuenta que esta fecha excede ampliamente al mero festejo.

El 8 de marzo es el día internacional de la mujer trabajadora, la que trabaja en una oficina, fábrica, comercio, hogar, calle o donde sea, aquella que para ser reconocida por sus méritos muchas veces debe vencer los prejuicios y las violencias, las bromas y los chismes, las suspicacias y el que dirán. Esas mismas que salen a trabajar de sus hogares y regresan para seguir trabajando en las tareas por las cuales no perciben sueldos, aguinaldos o vacaciones, donde no son reconocidas por propios ni ajenos.

Es el día también de aquellas que además de trabajar deciden luchar por mejores condiciones de trabajo, de vida, de salud, de oportunidades iguales e igualitarias, aquellas que no se achican frente a las dificultades, que le hacen frente a los obstáculos de todos los días.

No queremos ser tratadas en forma diferentes, queremos que se nos ponga en pie de igualdad, que el mérito sea considerado como condición para acceder a un puesto de trabajo, que si tenemos que denunciar a nuestras parejas no se nos rechace en las comisarías alegando que son temas “privados”, que usar minifaldas y escotes no sean motivo para ser violadas, que ser mujeres no nos convierta en botín de los tratantes de mujeres, que no se metan en y con nuestros cuerpos, que no decidan por nosotras en virtud del derecho del niño por nacer, que podamos educarnos y formarnos para mejores oportunidades.

Otro año pasa, otro 8 de marzo quedó atrás pero las deudas para con las mujeres quedaron intactas, aún así mujer, compañera, te invito a no bajar los brazos y a seguir peleando por nuestros derechos.

2 comentarios:

Bandida dijo...

Es asi nomas...
Pero creo que empieza por casa porque si reflexionamos cuando eramos chicas, suponete como en mi caso (no se el tuyo) yo tengo un hermano varon y si el salia con dos chicas, mis viejos se lo festejaban en cambio a mi...ni uno me dejaban tener.
Eso no es remar en contra ya desde el vamos, con algo tan sutil?

Dra_Lau dijo...

Y ni hablar de los roles definidos durante la infancia "Eso es de nena y eso de varón", si vos tenés un noviecito primero lo tenés que presentar en casa, pero si el varón tiene novia, tiene que tratar de esconderla el mayor tiempo posible sin blanquearla, porque así le permite tener varias al mismo tiempo.
Otra cosa tremenda es la típica idea de que los juguetes para las nenas tienen que ver con las tareas del hogar, mientras para los varones siempre son más "lúdicos" por decirlo de alguna forma.
Lo mismo sucede con los colores, el rosa es de nena y el celeste de varón.
Me parece una soberana estupidez, que genera cada vez más encasillamiento y que por supuesto redunda en la identificación de que la mujer es de la casa y el hombre de la calle.
Gracias por el comentario, como siempre!