En esta tercera entrega Scorza nos acerca la historia de Raymundo Herrera, el jinete insomne, en su lucha por recuperar el reconocimiento legal de los títulos de las tierras para las manos de los indígenas, sus verdaderos dueños.
Con el simple objeto de entusiasmarlos con la lectura a continuación les transcribo un fragmento de un capítulo que si no fuera tan dramático sería de alguna forma cómico, cualquier parecido con la realidad es una simple coincidencia.
“ - Su conducta disgusta a las altas esferas. Señor Vento, le hablaré con franqueza: el doctor Montenegro está sumamente disgustado con usted.
- Pero si yo hace un año que no bajo a Yanahuanca.
- El doctor dice que usted se opone a festejar las efemérides nacionales.
- Usted también, señor inspector ¿está de acuerdo con esa majadería de adelantar el tiempo?
- Majadería es una palabra muy fuerte, Vento. Usted conoce al Juez Montenegro. Es un hombre de ocurrencias. Cada loco con su tema. Si a él se le antoja que el lunes es sábado ¿a usted que le importa?
- Este señor se cree dueño del mundo. Pretende establecer un nuevo calendario.
El inspector Izquierdo dijo bonachón:
- ¿Qué es un calendario, Vento? Es una convención. ¿Sabe usted que el año Inca tenía diez meses? Sin dármelas de erudito me permito recordarle que los mayas tenían incluso un mes de cinco días. Durante la Revolución Francesa se pusieron de moda meses diferentes: “nivoso”, “pluvioso”, “floreal”. ¡Lindos nombres! El tiempo es relativo, señor Vento. Lo he leído en el “El Tesoro de la Juventud”. Si no me cree le puedo prestar los libros.
- Lo creo, señor inspector.
- Entonces ¿por qué se opone? ¿Por qué no actúa como todo el mundo? ¿Qué le cuesta agradar a doña Pepita? Todos aceptan el nuevo calendario. El mismo Poder Judicial se ha acomodado. ¿Por qué está libre el miserable de Egmidio Loro? Su sentencia se cumplía en julio y anda alborotando en las cantinas. ¿Por qué? Porque el Agente Fiscal no es soberbio; ni los maestros de los caseríos son soberbios; ni el enfermero sanitario es soberbio. La misma subprefectura acepta el nuevo calendario.
El insolente de donde Eulogio Vento se negó.
Tres días después el cabo Bejarano lo invitó a concurrir al puesto para esclarecer una riña ocurrida en Yanacocha. El Señor Vento bajó a la provincia, pero los esclarecimientos se prolongaron. No se le permitió volver. La Guardia Civil le señaló Yanahuanca por cárcel. El profesor Vento comprendió entonces la utilidad de la aceleración del tiempo.”
Espero haberles hecho picar el bichito de la curiosidad. Nos vemos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario