Ya sabrán de que hablo no? No? Seguros? Es que acaso no me hicieron los deberes? No siguieron mis genialidades en FB y acá mismo?
Que feo! Ahora por malos son todos firmes candidatos a ser clientes de la MAQUINA DE CORTAR BOLUDOS EN FETAS ... pero calma, están al final de una larga fila de gente que se ha esforzado por ocupar los primeros puestos.
Como por ejemplo la protagonista de la historia que les quiero contar.
Estaba yo en el Coto de enfrente de casa, con la felicidad que me caracteriza en esos momentos, con una sonrisa estampada en mi rostro y repartiendo y derrochando alegría y buena onda cuando al llegar a la línea de cajas vi la siguiente situación:
Madre de unos 30 años llega con dos nenes de la mano, el nene tendría unos 7 años y la nena unos 4. Se ubican en la fila de una caja y quedan a dos puestos de ser atendidos cuando la madre los toma de los hombros y les dice con voz fuerte, de mando "se quedan acá, pase lo que pase no se mueven de acá" y se va.
Los nenes, como si estuvieran acostumbrados a esta situación se quedan quietitos, pero claro, son chicos y cualquier novedad los distrae. Pasan 5 minutos y un cliente se retira de la fila y la madre de los chiquitos no aparece. Pasan 10 minutos y los chicos quedan de frente a la cajera, solitos, porque la madre todavía no apareció. Las personas que estaban en la fila detrás de los chicos pasan a la caja y los chicos como es lógico se corren.
Es en ese momento que llega la madre (si es que así podemos decirle) y al ver a los chicos corridos de la fila les grita "¿pero que hacen? ¿no les dije que no se movieran?" los chicos intentan explicarse, pero la mujer no entiende razones y los reta y les dice que no se tenían que mover de la fila ...
A esa altura mi sonrisa, mi buena onda y yo pugnábamos por seguir embolsando las compras o saltar sobre la carótida de la mujer y al grito de idiota! explicarle que NUNCA se deja a dos nenes solos en una fila cerca de la calle porque los pueden llevar, robar o abusar. Que si ella era la madre, realmente la naturaleza no había sido sabia, para nada... pero decidí seguir en mi embolsamiento de productos, porque me dije que ya no soy demasiado popular en el supermercado, aunque no entiendo todavía porque ..., entonces mejor la miraba sólo con mi mejor cara de odio, a lo mejor la muy idiota se daba por enterada de la estupidez que acababa de hacer ...
Por culpa de esa mujer, mi pobre maquinita de cortar boludos en fetas se sobrecargó y ahora está toda pachucha la pobrecita, aunque sigue con su misión, así que ojo, corazones, no se manden alguna boludez porque pueden ascender rápidamente en los escalones de la extensa lista.
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2 comentarios:
Me quedo más tranquilo. Me falta mucho para llegar al podio. ¡ Y eso que me esfuerzo !
Adrián C. (o K)
Yo tengo una máquina a pedal que aunque se recaliente de tanto que le doy, igual no deja de andar.
Saludos, camarada!
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