Sigo insistiendo, cuando se quiere conocer un poco más sobre la gente que no nos es cercana, como piensan, como se manejan con su familia, sus amigos, sus grupos de pertenencia no hay nada mejor que recorrer cafés y lugares de comida rápida. Allí podremos encontrar desde jóvenes estudiando para algún examen, algunos encontrándose en una salida de trampa, mientras que hace 2 minutos hablaban por teléfono con un “mi amor” y le decían que no iban a poder llegar hasta las 20, para segundos más tarde besar apasionadamente a otra, supongo que también “amor”, madres desbordadas por un niño que no quiere estudiar, pero se lo lleva a una conocida cadena de café para que lo haga mientras ella no despega su oreja del celular ni su vista del Ipad e intenta dejarle el chico al padre …
Un porteño canchero explicándole sobre la mística del fútbol a dos marcianos … si a dos marcianos, de lo contrario no entiendo porqué les explicaba que acá se usan mucho las banderas y las camisetas para ir a la cancha, supongo que en Marte no …
Una jovencita desesperada intentando calmar a su madre por teléfono, supongo que porque la llamaron para hacer un “secuestro virtual”, que me hizo acordar esas épocas donde mi vieja me llamaba para que le resolviera que mi viejo, enfermo de la puta enfermedad puta, se escapaba de casa. Aunque claro, cuando yo llegaba del centro, después de una hora en colectivo, mi viejo ya había vuelto.
Un surtido tan variado que deja sin palabras. Y yo sólo quería venir a estudiar un poco para un examen, pero me voy con material ultra jugoso para mi blog! Y todo esto cuando ni siquiera son las dos de la tarde!
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