Sábado en la Ciudad de Buenos Aires, sábado sin nada especial para hacer pero con muchas cosas que debería hacer. Me digo que no, que mejor en otro momento y me dedico a organizar mi música, esa bendita música que me acompaña en el transcurso por la vida, que es tan esencial, tan importante, tan necesaria.
Y pensé que muchas veces cuando no se que quiero decir o como decirlo, se me vienen a la cabeza infinita cantidad de canciones que marcaron mi vida, que dejaron su huella, ya sea porque me identifiqué con esas letras por un momento determinado de mi existencia o sencillamente porque me estremecieron hasta la última célula de mi cuerpo. Y me di cuenta cuantas y que bellas eran esas canciones y como, a veces, dicen lo que tenemos para decir de la mejor forma, de la más bella, de la más directa.
Cuantas veces habré pensado que como a toda mujer "me emociona una flor, un te quiero, mil cosas" y canté con lágrimas en los ojos que "vivo en el número 7, calle melancolía, hace rato quiero mudarme al barrio de la alegría, pero siempre que lo intento, ha salido ya el tranvía"
Y entonces escucho a Caperucita decir “Quiero volar, lejos de aquí escapar / Dime, mi bien, quién me llorará / si me dan alas y echo a volar” y pienso como me gustaría probar otra vida, como desearía vivir otras existencias, para poder disfrutar el vientecillo de la libertad golpeándome la cara desde siempre. Quien pudiera ser como el que canta la canción del Pirata Cojo que declara que “como es gratis soñar y no creo en la reencarnación, partiré de viaje enseguida a vivir otras vidas o probarme otros nombres, a probarme el traje y la piel de todos los hombres que nunca seré”.
Pero me digo que con eso no gana nada, porque la vida es hoy, es ésta y si bien podría ser un poco mejor no me puedo quejar, estoy rodeada de amor, cariño, afecto, de la familia y los amigos. Porque finalmente he podido decidir que un título no me condiciona y que no tengo porque dar explicaciones ante mi negativa al ejercicio de la profesión, porque puedo ser abogada aunque no me meta dentro de un traje sastre y patee Tribunales. Porque puedo ayudar con mi conocimiento desde otro lugar, desde lo que me gusta, desde mi identificación con mis iguales, con mis compañeros de lucha y esto es porque está claro “que no hay camino, se hace camino al andar”.
Cuando pienso en los amigos se me viene a la cabeza que “Decir amigo / no se hace extraño /cuando se tiene / sed de veinte años” y que alguna vez pensé que me hubiera gustado competir con Roberto Carlos y tener un millón de amigos, pero pensándolo bien, mejor me quedo con los que tengo ahora y los que conoceré en los años por venir, que seguramente será mucho mejor que acumular y no poder brindarles el tiempo que cada uno de ellos se merece.
Y si pienso en el amor, claro que puedo decir aunque me ruborice que “Te veo y me declaro culpable / de desear tu presencia / más que desear la paz”, porque a pesar de no tener claro que es lo que sentís por mí, si sólo me querés como una amiga o una compañera porque "en realidad entiendo sólo nos queremos", siento que no te soy indiferente. Y no, no me conformo, pero me aferro a eso como un náufrago a su salvavidas. Tengo en claro que no quiero “ir por tu vida de visita, vestida para la ocasión” y que sin dudarlo, “preferiría con el tiempo reconocerme sin rubor”.
Si, ya se, esta última canción no te hace justicia, porque vos, justamente vos, me pedís que siempre piense en voz alta, que eso es por mi bien, aunque a veces prefieras que me quede muda, aunque sea por un rato no? Algún día voy a juntar valor y te voy a decir que “puedo ponerme digna y decir toma mi dirección cuando te hartes de amores baratos, de un rato, me llamas”.
El sábado va llegando a su fin, el domingo llega en el exacto tiempo que le lleva irse al sábado. Y ahora, habiendo compartido con ustedes estas reflexiones me voy a la cama, donde me aguarda “La tieta de Agreste” de Jorge Amado y pensando que mañana domingo debo “Pelea por lo que quieres / y no desesperes / si algo no anda bien. / Hoy puede ser un gran día / y mañana también.”
Hasta otro momento! Y recuerden que por más que piensen “que soy fea, que camino a lo malevo que soy chueca y que me muevo con un aire compadrón” yo les voy a decir, mientras hago un mohín a lo Merello que “si fea soy, pongámosle, que de eso aún no me enteré, más la fealdad que Dios me dio mucha mujer me la envidió y no dirán que me engrupí porque modesta siempre fui … YO SOY ASÍ”
1 comentario:
Ahh la música... cuántas emociones despierta una canción a veces. Y es cierto eso que decís con respecto a determinadas canciones que marcan momentos en nuestra vida, como si de una banda sonora se tratara (no?). Hace poco cité en mi blog (http://kali-nitcha.blogspot.com/) un tópico parecido, las 5 canciones que más te movilizan. Pegále una ojeada y después me contás.
Besos, y un muy Felíz Cumpleaños.
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