El infierno tan temido

Dijo Benedicto XVI que el infierno efectivamente existe. Y yo me pregunto, lo habrá dicho después de convivir unas semanas con algunas de las tribus desplazadas por las guerras internas de África o quizás luego de darse una vuelta por las calles de la franja de Gaza donde miles y miles mueren todos los días ... no! Seguramente lo hizo después de visitar a las comunidades originarias de Argentina que mueren de hambre como moscas y sin que nadie se acuerde de ellos más que para hacerlos votar y luego, botarlos.

No? Y entonces, como es que este sujeto conoce sobre el infierno? Lo conoce porque lo vivió en el Vaticano, rodeado de comodidades y riquezas? O quizás en alguno de sus viajes por el mundo, quien sabe? Lo cierto es que volvemos y eso es lamentable a una iglesia que no atrae a los fieles sino que los aleja por la aplicación del temor, la culpa, el castigo eterno y miles de delicias más.

Benedicto, cuando quieras venite por acá y te llevamos a conocer varias versiones criollas del infierno y te aseguro que esas si son eternas y provocan en más de uno la desesperación pero, a diferencia de TU infierno, en este no hace falta estar muerto para entrar y vivirlo. Mientras tanto seguí con tus misas en latín y de espaldas, que tanta popularidad te dan ...

Bajá a la realidad, hermano!