Leyendo esta noticia me puse a pensar, si a pesar del calor y de la necesidad de vacaciones aún pienso, que necesidad tenemos de atarnos a artilugios tecnológicos antes de pedir por demostraciones de afecto. Tanto cuesta pedir un abrazo? Y se los pregunta alguien que se tiene fama de hacerse la dura pero que, confiesa, que se muere por una demostración de cariño. Y si, es mi talón de Aquiles ...
Vos, cuando fue la última vez que tuviste ganas de pedir un abrazo?
Publicada en el blog de Valeria Román http://weblogs.clarin.com/ensayo-y-error/
Quizá sea mi visión argentina de las cosas o mi preferencia por los abrazos humanos y reales antes que los virtuales (o artificiales). Pero hasta ahora no puedo entender la devoción de la gente de Japón por los robots. Uno de ellos, con forma de cría de foca arpa, fue reconocido como el robot más terapéutico del mundo por el Libro Guiness de los récords. Se llama Paro y fue diseñado para el cuidado de ancianos. Mide 57 centímetros, está cubierto por piel artificial y se comporta de manera "cariñosa cuando se le acaricia", dice el cable de la agencia EFE. Cuesta 3.211 dólares y la empresa recibió pedidos de 1.000 unidades, en su mayor parte de ancianos que viven solos y de centros de atención para personas mayores. Cuentan que hay pacientes que conviven con la foca y pasan a consumir menores dosis de medicamentos. También bajan su estrés y su nivel de depresión. ¿Será para tanto?
2 comentarios:
Qué loco el hecho de que a algunos de nosotros nos cueste tanto expresar lo que sentímos o hasta nos cerrarmos a sentir cosas(sean buenas o no) por no querer sufrir. Considero que aunque el destino a veces nos depare experiencias que duelen y nos marcan, vivir es la mejor venganza...
Pablo, gracias por tu aporte! Me hace acordar a la conversación última que tuvimos, y si, a veces uno se cierra preventivamente para no sufrir.
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